Problemas visuales asociados a la edad

La edad tiene un peso importante en nuestra salud visual. El organismo se va deteriorando y con ello, nuestros sentidos van perdiendo su eficacia de forma progresiva.

La vista es uno de los sentidos a los que más afecta la edad. El envejecimiento trae asociado una pérdida de agudeza visual, sensibilidad a la luz, ojo seco o pérdida de capacidad para enfocar. Además, existen diversas enfermedades y patologías asociadas a la edad.

Enfermedades visuales asociadas a la edad más frecuentes.

Cataratas. La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino, es decir, la lente que está detrás de la pupila y que nos sirve para enfocar nítidamente los objetos, se vuelve opaca o poco transparente. Aunque puede darse también en jóvenes, son las personas mayores las que mayoritariamente se ven afectadas por este problema 

Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). La DMAE es un trastorno visual asociado con la edad, que destruye lentamente la visión central. Es la primera causa de pérdida visual irreversible en el mundo occidental.

Glaucoma. El glaucoma es una enfermedad que tiene como resultado la degeneración de los tejidos sensibles del ojo, fibras nerviosas de la retina y especialmente el nervio óptico, que es el encargado de transmitir las imágenes visuales al cerebro. No es un problema exclusivo de la tercera edad, pero sí se da más en este grupo de población. 

Presbicia. La presbicia es una de las grades evidencias de que la vista cambia a partir de los 40. No es una enfermedad, es un error refractivo que se produce por el endurecimiento del cristalino. Con el paso del tiempo va perdiendo elasticidad y la capacidad de enfocar objetos cercanos disminuye.

Para evitar o minimizar en la medida de lo posible los efectos de la edad sobre la vista, es indispensable desarrollar hábitos que nos ayuden a tener una vista sana. Una alimentación equilibrada, actividad física moderada y evitar hábitos tóxicos contribuirán a una mejor salud ocular. Y, por supuesto, teniendo en cuenta que la prevención es un factor indispensable en cualquier patología ocular, hay que realizar revisiones oftalmológicas anuales a partir de los 45.

Recomendaciones antes de la cirugía refractiva

Recomendaciones antes de la cirugía refractiva.

El número de personas que optan por la cirugía refractiva para librarse de las gafas va aumentando cada año.

La cirugía refractiva es un conjunto de procedimientos quirúrgicos que tienen como finalidad la disminución o eliminación de los problemas de refracción del paciente, recuperando una correcta visión sin la necesidad de utilizar gafas o lentillas.

Como resultado de la constante innovación en salud y tecnología, esta intervención cada vez dura menos tiempo. Es una intervención rápida, que no requiere hospitalización y lo normal es que el paciente pueda irse a casa en un corto período de tiempo, una vez realizados los controles necesarios por el personal médico.

Pero no deja de ser un procedimiento quirúrgico. Por lo que es importante seguir una serie de sencillas recomendaciones antes de la intervención para que la recuperación sea más rápida y evitar posibles complicaciones.

Qué hacer antes de la cirugía refractiva.

  • Si utilizas lentes de contacto debes interrumpir su uso al menos siete días antes.
  • En las pruebas previas, para saber si se es candidato a la cirugía, hay que informar al médico si se está tomando algún medicamento y si se padece alguna enfermedad importante.
  • Lavarse el pelo antes de la intervención, para evitar hacerlo inmediatamente después y que restos de champú puedan irritar los ojos.
  • Seguir de forma rigurosa el tratamiento prescrito y las indicaciones del médico antes de la intervención.

El día de la intervención.

  • No utilizar maquillaje, ni cremas, especialmente alrededor de los ojos.
  • Evitar utilizar colonia o loción de afeitado.
  • Desayunar ligero y preferiblemente tres horas antes de la intervención.
  • Evitar conducir.
  • Intentar ir acompañado.

Después de la intervención.

  • Utilizar gafas de sol para proteger los ojos de la luz solar.
  • Evitar realizar esfuerzo físico.
  • Evitar forzar la vista.
  • No tocarse ni frotarse los ojos.
  • Seguir las recomendaciones sobre el tratamiento y la higiene correcta, prescritas por el oftalmólogo.

Pantallas y niños. Cómo evitar el uso excesivo

Los niños pasan cada vez más tiempo delante de pantallas, tablets y smartphones, un hábito que puede tener consecuencias negativas para el sistema visual de los más pequeños.

En 2020 más del 30% de los niños y adolescentes tendrán miopía como consecuencia del excesivo uso de las pantallas. Datos preocupantes, sobre todo en menores de 7 años que aún no tienen el sistema visual completamente desarrollado.

De media parpadeamos de 15 a 20 veces por minuto, delante de una pantalla este parpadeo se reduce entre 7 y 10 veces por minuto. La función de limpieza y lubricación del parpadeo se ve limitada a la mitad, propiciando la aparición, no solo de la fatiga visual, sino también de sequedad ocular.

Hace unos días el Colegio Nacional de Ópticos-Optometristas de España recomendaba a los padres optar por rompecabezas y juegos de ingenio como regalos para el período navideño. Este tipo de juguetes contribuyen a desarrollar la percepción y la memoria visual 

Sin embargo, cada vez más se apuesta por regalos tecnológicos; móviles, consolas, tablets y videojuegos. Su uso excesivo pede entrañar un riesgo para la salud visual de los niños. La sobrexposición a las pantallas, sobre todo cuando no se mantiene una mínima distancia de seguridad, puede provocar fatiga visual, progresión de la miopía y aparición de presbicia en edades tempranas.

La vida digital está aumentando la incidencia de trastornos visuales, es importante prevenir problemas futuros evitando un uso excesivo o inadecuado.

Recomendaciones generales para la correcta utilización de la tecnología.

  1. Procurar una iluminación adecuada evitando reflejos en la pantalla.
  2. Colocar la pantalla a una distancia mínima de 30 cm.
  3. Ajustar el contraste y el brillo a las necesidades individuales de cada usuario.
  4. No utilizar los dispositivos más de 15 minutos seguidos sin descanso.
  5. Utilizar la regla 20-20-20 para evitar la fatiga visual.
  6. Realizar revisiones oftalmológicas al menos una vez al año.