Recomendaciones para un buen uso de lentillas

Recomendaciones uso de lentillas

Seguir unos hábitos y pautas en el uso de lentillas es imprescindible para proteger nuestros ojos y evitar complicaciones.

Cada vez son más los usuarios con defectos de refracción que optan por lentillas, por los numerosos beneficios que ofrecen. Aportan comodidad, amplitud de visión, no se empañan y permiten realizar actividades deportivas que se complican con la utilización de gafas. Además, el factor estético tiene mucho peso a la hora de decantarse por lentes de contacto o gafas.

Pero también tienen desventajas, principalmente relacionadas con los hábitos que hay que adquirir, sobre todo en cuestión de higiene, para evitar que un uso inadecuado pueda perjudicar nuestra salud ocular.

¿Qué debes tener en cuenta al usar lentillas?

Higiene. La higiene es imprescindible, tanto a la hora de manipularlas como en el uso. Hay que lavar las manos con detenimiento y secarlas con papel o toallas que no dejen pelusas antes de manipular las lentes de contacto.

No dormir nunca con ellas, salvo aquellas lentes de contacto diseñadas específicamente para corregir defectos de refracción mientras dormimos.

No excederse en las horas de uso. Usar las lentillas más tiempo del indicado, puede provocar infecciones o lesiones en tus ojos.

Si utilizas maquillaje, hay que ponérselas antes de empezar a maquillarse y al llegar a casa retirarlas primero y desmaquillarse después, evitando así que residuos o partículas queden depositadas entre las lentillas y los ojos.

No bañarse ni ducharse con ellas puestas. En el agua hay un gran número de bacterias que pueden destruir el tejido corneal a gran velocidad.

Hidrata tus ojos. Bebe mucha agua, parpadea con frecuencia y utiliza gotas humectantes si lo necesitas.

Realiza descanso periódicos, especialmente si trabajas mucho tiempo delante de pantallas. En este caso la regla 20-20-20 es una buen opción: calcular 20 minutos delante de una pantalla y entonces enfocar algo que se encuentre a 20 pies (aproximadamente 6 metros) durante 20 segundos.

Y no olvides revisar tu vista una vez al año.

10 pautas para mejorar tu salud visual

Pautas para mejorar la salud visual.
Pautas para mejorar la salud visual.

Las costumbres han cambiado y con ello nuestra salud visual se ve perjudicada. Cada vez empleamos más tiempo de trabajo en espacios cerrados y disfrutamos menos del aire libre.

Debido a las prisas, al exceso de horas de trabajo y a la utilización de dispositivos electrónicos de forma cada vez más frecuente, nuestra salud visual se resiente.

Son muchas las patologías visuales que pueden sufrir complicaciones con estos hábitos poco sanos. Por esta razón os damos una serie de recomendaciones que ayudan a minimizar los efectos de el excesivo uso de dispositivos electrónicos. La prevención es un factor esencial para tener una vista sana.

10 pautas a tener en cuenta para mejorar tu salud visual.

  • 1. Coloca la pantalla del ordenador de forma paralela a los ojos y a una distancia mínima de 30 centímetros.
  • 2. Asegúrate de que la iluminación es la adecuada y que no se producen reflejos.
  • 3. Intenta mantener los ojos hidratados, aumentando la frecuencia de parpadeo y utilizando gotas humectantes si es necesario.
  • 4. Realiza descansos con frecuencia. Utiliza la regla 20-20-20.
  • 5. Pon especial atención en la temperatura, humedad y ventilación de la habitación. Para que sea confortable y evitar la sequedad ocular.
  • 6. No te frotes los ojos. Este gesto cotidiano puede provocar daños severos en la córnea, infecciones e interferir en la presión ocular.
  • 7. Evita los ambientes con humo y agentes tóxicos o contaminantes.
  • 8. No expongas la vista al sol directo y utiliza gafas de sol durante todo el año.
  • 9. Intenta reducir el tiempo de uso de dispositivos electrónicos.
  • 10. Revisa tu vista una vez al año.

Si padeces fatiga ocular, dolor de cabeza frecuente, ojo seco, visión borrosa o enrojecimiento, pide cita con el oftalmólogo lo antes posible, para poder dar solución antes de que pueda presentar complicaciones.

Y sobre todo, ser muy cuidadosos en el caso de los niños.

¿Puedo viajar en avión si tengo problemas visuales?

Cuando viajamos en avión, es recomendable consultar con el oftalmólogo ante ciertas patologías visuales o si nos hemos sometido a una cirugía ocular recientemente. El especialista podrá valorar si este medio de transporte es el más adecuado.

Los desplazamientos en avión cada vez son más frecuentes. Ya sea por razones de ocio o de trabajo, es un medio de transporte utilizado principalmente por su comodidad y rapidez. Cuando organizamos un viaje nos ocupamos de la documentación y el equipaje, o de conocer bien las características del destino, principalmente si viajamos al extranjero. Pero solemos pasar por alto cuestiones indispensables como la salud, cuando no se padece una patología grave o limitante.

En lo referente a la salud ocular, hay algunas circunstancias que pueden intervenir a la hora volar. Tenerlas en cuenta nos ayudará a prevenir posibles complicaciones y disfrutar del viaje sin preocupaciones.

Recomendaciones

Después de una cirugía de cataratas o de glaucoma, se puede utilizar el avión, siempre que sigamos las recomendaciones del oftalmólogo.

Si la cirugía es para reparar la retina o un transplante de córnea, dependiendo de la técnica utilizada, debemos extremar las precauciones porque puede resultar peligroso volar, salvo indicación contraria del oftalmólogo.

Es seguro viajar después de una cirugía que se practique en la parte exterior del ojo o en el párpado, pero igualmente bajo recomendación y revisión médica.

No hay contraindicaciones para volar si se tienen las pupilas dilatadas después de un examen oftalmológico, teniendo la precaución de utilizar gafas de sol, minimizando así la fotosensibilidad.

La queratitis tampoco dificulta el viajar en avión. Pero el aire seco de la cabina puede empeorar los síntomas. Es recomendable mantener la humectación del ojo utilizando lágrima artificial.

Si durante el viaje se presenta visión borrosa, dolor intenso, aparición de flashes o cualquier otra circunstancia repentina, es importante buscar atención médica de urgencia al llegar a destino y no esperar hasta volver a casa.