Lágrimas artificiales ¿Cuándo usarlas?

Según los últimos estudios de oftalmología, cerca del 45% de la población española confiesa utilizar lágrimas artificiales para mejorar el aspecto de sus ojos.

Aunque la utilización de lágrimas artificiales sea beneficiosa para aliviar síntomas y molestias de enfermedades crónicas como el síndrome del ojo seco, hay que tener cuidado, en ocasiones si no se usan las gotas adecuadas con la frecuencia adecuada pueden ser contraproducentes.

Lágrimas artificiales

¿Qué son las lágrimas artificiales?

Las lágrimas artificiales son un tratamiento que hacen la función de la propia lágrima del ojo, aunque no tienen una composición idéntica, cada vez se consiguen lágrimas artificiales de mayor calidad capaces de mantener el ojo hidratado durante más tiempo.

Estas gotas se utilizan para mejorar la sensación en el ojo, ya sea por una alteración ocular como el síndrome del ojo seco, ojo rojo, sensación de cuerpo extraño o alergias.

¿Para qué sirven?

Se utilizan en situaciones en las que la lágrima natural de la persona no es suficiente para mantener el ojo correctamente hidratado, como por ejemplo: en casos de infección, o cuando se está utilizando un medicamento que pueda dañar la lágrima natural.

La función principal de las lágrimas artificiales es la de limpiar, lubricar e hidratar la superficie ocular.

Si la película lagrimal se rompe demasiado rápido, deja de funcionar correctamente haciendo que la superficie ocular pierda protección, y el ojo quede expuesto a agentes externos, provocando irritación ocular, picor y molestias.

¿De qué se componen estas gotas para los ojos?

En el mercado existen multitud de lágrimas para los ojos, aunque lo más común es que se suministren en formato de gotas, también existen lágrimas en formato gel.

Dependiendo del tipo de alteración ocular, será aconsejable escoger un tipo de lágrima que tenga los componentes más adecuados para tratar esa afección, no todas las lágrimas artificiales tienen los mismos componentes, ni todas sirven para aliviar cualquier afección en el ojo.

En general la película lagrimal consta de tres capas:

1 Capa externa o lipídica

La capa externa o lipídica contiene componentes como el colesterol, ácidos grasos y fosfolípidos, algunos de estos componentes sirven para aumentar la lubricación y evitar la evaporación, mientras que otros sirven para dar mayor cohesión a la lágrima.

2 Capa intermedia o acuosa

La capa intermedia o acuosa contiene numerosos nutrientes esenciales para el mantenimiento de la hidratación de la superficie ocular, básicamente consta de agua, aunque además contiene componentes como el sodio, el magnesio o el potasio.

3 Capa interna

La capa de mucina se compone de ácido silícico, ácido hialurónico y mucinas como la 5AC.

Algunas mucinas forman una matriz viscoelástica amortiguadora que protege la superficie ocular, y proporciona una superficie uniforme necesaria para tener una buena visión.

Otras mucinas funcionan como una especie de pegamento que fija la película lagrimal a la superficie ocular.

Lágrimas artificiales sin conservantes

¿Qué tipos de lágrimas artificiales existen?

Existen diversas clasificaciones según los tipos de lágrimas artificiales, dependiendo del tipo de afección ocular que tenga cada paciente el oftalmólogo especialista recomendará el tipo de lágrimas artificiales más adecuadas para cada persona.

No todas las lágrimas artificiales tienen la misma composición, por lo tanto, no sirven para todos por igual.

Si no se utilizan las lágrimas artificiales adecuadas es posible que no produzca el resultado deseado, e incluso pueda causar otro tipo de afección ocular.

En general se puede decir que existen dos grandes grupos:

1 ➜ Con conservantes

Este tipo de lágrimas artificiales suelen suministrarse en formato multidosis.

Para evitar la contaminación del producto los laboratorios añaden un conservante, hay que tener en cuenta que si se usa con mucha frecuencia ese conservante puede acabar siendo contraproducente, creando irritaciones u otro tipo de afecciones oculares.

2 ➜ Sin conservantes

Las lágrimas artificiales sin conservantes se suministran en envases monodosis con algunos filtros para evitar que le afecten los agentes externos.

La sequedad ocular es un trastorno causado por cambios en la cantidad y en la calidad de la lágrima, los pacientes que padecen síndrome del ojo seco deberían: evitar las corrientes de aires acondicionados, no estar expuestos a calefacciones intensas, y hacer pausas cuando trabajen con el ordenador.

Lágrimas artificiales vasoconstrictoras

Es importante hacer mención especial a las lágrimas artificiales vasoconstrictoras.

Este tratamiento se utiliza para hacer que los ojos parezcan más sanos, en principio puede parecer una gran ventaja, pero en realidad es un arma de doble filo, estéticamente queda muy bien, pero puede ser muy perjudicial para la salud ocular.

Normalmente, cuando los ojos se enrojecen es porque algo ocurre, ya sea por alguna patología leve, por cansancio, por fatiga visual, o por la presencia de una enfermedad ocular grave que no conocemos.

Cuando una persona usa lágrimas vasoconstrictoras los ojos se sienten mejor, más frescos e hidratados dejando una buena sensación ocular.

Lo que ocurre es que al aplicar estas gotas, los vasos sanguíneos se hacen más pequeños y pasa menos sangre a través de ellos, por eso da la sensación de tener el ojo más fresco y relajado.

En realidad, lo único que está haciendo el tratamiento es ocultar lo que verdaderamente está ocurriendo en el ojo, si es cansancio no importa, sin embargo, si se trata de una patología o el inicio de una enfermedad ocular grave dentro del ojo, con el uso de este tratamiento lo único que vamos a conseguir es ocultar los síntomas.

Por esto y otros motivos es esencial que sea un oftalmólogo especialista la persona que recomiende las lágrimas artificiales más adecuadas según cada paciente y sus patologías.

Lágrimas artificiales monodosis

¿Qué diferencia hay entre lágrimas artificiales y sueros fisiológicos?

En ocasiones suele haber mucha confusión entre estos dos productos, la diferencia principal es que uno ejerce la función de la película lagrimal, y el otro sirve para limpiar la superficie ocular.

Las lágrimas artificiales se usan como tratamiento para hidratar los ojos, mejorar la calidad y cantidad de la película lagrimal, aliviando molestias oculares y mejorando los síntomas causados por la sequedad ocular. Pueden suministrarse con o sin conservantes.

En cambio, el suero fisiológico es una solución salina que se utiliza para limpiar el ojo, indicada para personas que sufren alergias o conjuntivitis leves.

¿Qué debes tener en cuenta a la hora de escoger las mejores lágrimas artificiales para el síndrome del ojo seco?

A la hora de escoger las más adecuadas para cada persona, el oftalmólogo especialista deberá tener en cuenta la afección, o diferentes tipos de afecciones oculares que cada paciente en particular tiene.

Una de las alteraciones oculares más comunes en la que se utiliza el tratamiento con lágrimas artificiales son las gotas para el síndrome del ojo seco.

Para tratar esta afección, en la actualidad se aconsejan lágrimas artificiales sin conservantes, sin fosfatos y compatibles con el uso de lentes de contacto.

Este tipo de gotas para los ojos tienen, entre otros componentes, un alto grado de ácido hialurónico para tratar el ojo seco.

El ácido hialurónico tiene una función reparadora y cicatrizante que mejora y alivia los síntomas del síndrome del ojo seco de manera inmediata.

¿Cómo aplicar las lágrimas artificiales?

Este tratamiento para los ojos, ya sea en formato multidosis o monodosis, se va a aplicar como un colirio en forma de gotas, para ello es importante seguir algunos pasos:

1º lavar y desinfectar bien las manos antes de tocar el producto.

Una vez abierto el producto, evita tocar la punta.

3º Inclina la cabeza hacia atrás ,y con ayuda del dedo índice facilita el acceso a la superficie ocular aplicando unas gotas dentro del saco conjuntival.

Una vez aplicadas las gotas, seca con un pañuelo desechable tus ojos para eliminar el producto que haya quedado fuera del ojo.

Dependiendo de la gravedad y la sintomatología, el tratamiento deberá utilizarse con mayor o menor frecuencia con el objetivo de mantener el ojo bien hidratado.

¿Se pueden usar lágrimas artificiales con lentillas?

Se pueden utilizar lágrimas artificiales con lentes de contacto siempre que sean compatibles.

Dependiendo de la composición existen ciertas lágrimas que son contraindicadas para el uso con lentes de contacto, sin embargo, otras son totalmente compatibles con el uso de lentillas.

¿Cuántas veces al día se pueden utilizar?

Esto va a depender en buena medida del grado de afección que la persona tenga en cada ojo.

Las personas que padecen síndrome de ojo seco suelen notar sensación de arenilla o cuerpo extraño cuando la sequedad ocular es excesiva, si la persona nota una gran sequedad ocular necesitará aplicar las lágrimas artificiales con mayor frecuencia.

La media de veces que una persona con síndrome de ojo seco se aplica las lágrimas artificiales ronda 2-3 veces al día.

Comparte este artículo:

Compartir en facebook
Facebook
Compartir en twitter
Twitter
Compartir en linkedin
LinkedIn
Compartir en whatsapp
WhatsApp
Compartir en email
Email