La pérdida de visión repentina es cuando una persona pierde la visión de manera brusca, sin que ningún agente externo (golpe) haya podido causar esa pérdida de la visión.
La pérdida de visión repentina afecta a un porcentaje de la población de alrededor del 5%, aunque no es algo que ocurra con frecuencia, suele ser síntoma de una enfermedad ocular de mayor gravedad.

Causas de la pérdida de visión repentina
La pérdida repentina de la visión suele estar causada por 4 motivos principales:
- Las estructuras transparentes del ojo se han vuelto opacas.
- Anomalías en la retina (parte del ojo que se encarga de la visión central)
- Obstrucción de los nervios que envían señales visuales desde el ojo al cerebro.
- Lesión ocular.
La pérdida de la visión de forma brusca normalmente no suele producir dolor, aunque dependerá de la patología que haya provocado esa pérdida de visión temporal, como por ejemplo:
1 Amaurosis fugaz (oclusiones vasculares)
La amaurosis fugaz es la pérdida temporal de la visión en un ojo (derecho o izquierdo), debido a la obstrucción de una vena o artería dentro del ojo. Esto provoca que la sangre no circule correctamente y se produzca la pérdida de la visión de manera temporal.
La amaurosis fugaz no es una enfermedad en sí, es consecuencia de otros trastornos, como los que vas a ver a continuación.
2 Desprendimiento de retina
El desprendimiento de retina es una de las causas más frecuentes de la pérdida de la visión de forma brusca.
Dentro de los diferentes tipos, el más frecuente es el de tipo regmatóneo, que se produce por el paso del humor vítreo (líquido interno del ojo) a través de una rotura de la retina.
Los pacientes con este tipo de desprendimiento de retina suelen ver “flashes” y “moscas volantes”.
3 Hemorragia vítrea
La hemorragia vítrea suele ser más frecuente en pacientes con retinopatía diabética.
Esta hemorragia vítrea se da cuando hay sangre en la zona interior del ojo (llamado humor vítreo).
Si la sangre llega a esta zona interna del ojo, el humor vítreo pierde su transparencia y la luz no puede atravesarlo, por lo tanto se produce una pérdida de visión brusca.
Traumática o no traumática
Las hemorragias vítreas se pueden producir de forma repentina (a causa de una lesión dentro del ojo) o puede estar causada por una lesión en los vasos del iris o de la retina a causa de un impacto.
De una forma u otra se puede producir la hemorragia vítrea.
4 Uveítis
La uveitis es la inflamación de la capa ocular intermedia del ojo (entre la esclerótica y la retina) llamada úvea.
La úvea es la que mayor cantidad de flujo sanguíneo aporta a la retina.
La uveítis es una de las causas del ojo rojo, esta inflamación, además de perder agudeza visual suele causar dolor.
5 Degeneración macular asociada a la edad (DMAE)
La degeneración macular asociada a la edad (DMAE) es la causa más frecuente de la pérdida de la visión de forma repentina en los países desarrollados en personas de más de 60 años.
Se trata de una enfermedad degenerativa que afecta a la mácula y provoca la pérdida de la visión central del ojo (la zona por la que vemos con más nitidez y percibimos los detalles de las cosas).
Hay dos tipos de degeneración macular asociada a la edad (seca y húmeda), la más peligrosa y la que provoca la pérdida repentina de la visión central en el paciente es la degeneración macular húmeda.
6 Neuropatía óptica isquémica
Las neuropatías ópticas son lesiones (o mal funcionamiento) del nervio óptico, pueden originarse por múltiples razones y afectan a la visión.
La neuropatía óptica que causa una pérdida de la visión repentina es la de tipo isquémica.
La neuropatía óptica isquémica puede estar originada por: hipertensión, embolia, diabetes y otras enfermedades.
7 Glaucoma agudo (ángulo cerrado)
El glaucoma agudo es una patología ocular que se presente de forma repentina y dolorosa y puede provocar la pérdida temporal de la visión.
Esto ocurre cuando se produce un cierre repentino de las vías de eliminación del humor acuoso.
Esto puede provocar dolor intenso, náuseas y vómitos, además de la pérdida repentina de la visión.
Síntomas de la pérdida de la visión repentina
- Pérdida de la visión central.
- Pérdida total de la visión (central y periférica).
- Visión borrosa con mayor dificultad para ver de noche.
- Visión nublada con destellos.
- Aparición de manchas y “moscas volantes”.
- Ojos rojos o inflamados
Pérdida de visión repentina en un ojo
La pérdida de la visión repentina puede afectar a un solo ojo o a los dos ojos a la vez, dependerá del tipo de enfermedad que haya provocado esa pérdida de visión de forma brusca.
Lo más común es que afecte a un solo ojo (izquierdo o derecho), aunque también se puede presentar de forma simultánea en ambos a la vez.
¿Cuánto dura la pérdida de la visión repentina?
Esta pérdida de la visión repentina tiene una duración variable dependiendo de la causa por la que se ha originado, la duración de la pérdida de la visión puede durar varios minutos (incluso 30), antes de volver a recuperar la visión.
En ese periodo de tiempo es importante tranquilizarse y acudir a un oftalmólogo urgentemente una vez haya pasado ese periodo de pérdida de la visión.
Factores de riesgo que pueden influir
Aunque realmente nadie está exento de la pérdida repentina de la visión, existen factores de riesgo que influyen en la aparición de este tipo de patologías.
- Pacientes de edad avanzada.
- Personas con miopía.
- Pacientes con diabetes.
- Hipertensión arterial y colesterol alto.
- Patologías relacionadas con el corazón.
- Traumas y lesiones oculares previas.
¿Puede causar el estrés una pérdida de la visión de forma repentina?
El estrés y la ansiedad son factores que influyen en la visión. Principalmente suelen provocar movimientos en los párpados (tics en el ojo), dolores de cabeza y visión borrosa.
En los casos más graves de estrés, o personas que estén pasando por fuertes periodos de ansiedad, una alteración del riego sanguíneo podría ser causante de la pérdida de visión temporal, aunque por suerte no son los casos más frecuentes.
Lo más aconsejable es acudir a un oftalmólogo especialista para descartar problemas oculares más graves como el glaucoma o el desprendimiento de retina.
Pérdida de visión repentina en niños
Aunque es algo poco frecuente, la pérdida de la visión repentina también se puede presentar en niños y adolescentes, principalmente a causa de lesiones en el nervio óptico y en la retina.
Para evitar que estos problemas vayan a más en edades tempranas, siempre es recomendable acudir al menos 1 vez al año al oftalmólogo infantil para revisar este tipo de patologías.
¿Qué hacer en caso de perder la visión de manera repentina?
La pérdida de visión repentina suele ser un síntoma claro del principio de una enfermedad de mayor gravedad.
Es importante acudir lo antes posible a un oftalmólogo cuando se produce una pérdida de la visión de forma brusca, en ocasiones esa pérdida de la visión transitoria precede a la pérdida de la visión de manera permanente.
Si la enfermedad se detecta a tiempo y se aplica el tratamiento adecuado en función de cada patología, la recuperación de la visión puede ser del 100%.