¿Qué relación tiene el estado de los riñones con la vista?

Vista Sánchez Trancón.

Los riñones y los ojos tienen mucho en común. Además de compartir la causa de un gran número de patologías, muchas enfermedades renales perjudican nuestra salud ocular.

El cuerpo humano es un sistema donde todo está conectado entre sí. El estado en el que se encuentra un órgano determinado puede afectar directa o indirectamente al resto de órganos.

Los ojos y riñones comparten, en muchos casos, la causa de patologías que pueden tener consecuencias para nuestra salud. Existen enfermedades y hábitos no saludables que afectan a ambos órganos; como la diabetes, la hipertensión, la obesidad o el tabaquismo.

Además, en el caso de los riñones y su relación con la vista, numerosos estudios concluyen que los pacientes de diálisis desarrollan enfermedades oculares de forma más frecuente que aquellas personas que, teniendo una edad similar, no sufren de enfermedad renal.

¿Cómo afectan las diferentes enfermedades renales a la vista?

Diversos cuadros clínicos pueden causar pérdida de visión en un paciente con insuficiencia renal, factores que no hay que pasar por alto para evitar complicaciones futuras. Estos son los trastornos más comunes que se pueden complicar cuando la salud de los riñones no es buena:

-Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). Los pacientes de diálisis son más propensos a sufrir esta enfermedad que aquellas personas sanas del mismo grupo de edad.

-Retinopatía Diabética. Las personas con retinopatía diabética empiezan a ver manchas negras o experimentan oscurecimiento o distorsión de las imágenes en el campo de visión.

La prevención en materia de salud es un valor diferencial y concretamente, en lo referente a la salud ocular, es imprescindible realizar una revisión anual para descartar patologías, así como para definir el tratamiento adecuado en aquellas enfermedades diagnosticadas.

Maquillaje de fantasía ¿es perjudicial para los ojos?

Vista Sánchez Trancón.

Las lentillas y maquillaje de fantasía son dos elementos cada vez más utilizados para completar un disfraz, pero es importante utilizarlos con precaución para evitar posibles daños en los ojos.

Ya sea para Hallowen, fiestas temáticas o en carnaval, la utilización de lentillas y maquillaje de fantasía va en aumento. La variedad, accesibilidad a través del comercio electrónico y los precios competitivos hacen que la adquisición de estos productos sea cada vez más sencilla.

Es frecuente utilizar lentillas o maquillaje de fantasía para párpados y contorno de ojos, en un intento de caracterizar y dar realismo al disfraz. Pero una utilización incorrecta o la adquisición de productos no homologados pueden provocar problemas oculares como conjuntivitis, reacciones alérgicas, infecciones, daños en la córnea y, en casos más graves, hasta la pérdida de visión.

Recomendaciones para un uso correcto.

  1. Consulta con un profesional si eres apto para la utilización de lentillas y procura hacer una adaptación progresiva e individualizada.
  2. Adquiere lentillas homologadas, son un producto sanitario, por lo que deberías acudir a una óptica.
  3. Procura mantener las brochas, pinceles y otros accesorios de maquillaje limpios, para evitar bacterias y hongos que pueden causar una infección ocular.
  4. Revisa la fecha de caducidad de los productos y consérvalos en buen estado.
  5. No compartas los productos de maquillaje, evitando así posibles infecciones.
  6. Compra productos de buena calidad en tiendas que ofrezcan garantías.
  7. La higiene es imprescindible. Mantén las manos limpias mientras manipules los productos de maquillaje o lentillas.
  8. Evita frotarte los ojos.
  9. No te excedas en la utilización de lentillas.
  10. Retira los restos de maquillaje al llegar a casa. Si utilizas lentes de contacto graduadas o de fantasía, no olvides quitarlas entes de desmaquillarte.

La prevención es esencial en la salud visual. Revisa tu vista al menos una vez al año para asegurarte que todo está en orden y evitar posibles complicaciones.

Problemas visuales y fracaso escolar

Clínica Vista Sánchez Trancón.

Uno de cada cuatro niños en edad escolar tiene defectos visuales que pueden afectar a su rendimiento académico.

Aproximadamente entre el 35 y el 40% del fracaso escolar no está relacionado directamente con la inteligencia de los alumnos, sino con defectos visuales como la miopía, hipermetropía, astigmatismo, estrabismo y ojo vago o ambliopía.

La visión es un elemento clave en el proceso de aprendizaje de los niños, en la actividad física y en cómo se relacionan con los demás y con el entorno. Cuando existe un defecto de refracción o un problema visual, el niño tiene mayor dificultad para desarrollar sus actividades cotidianas con normalidad.

Si un defecto visual no se detecta a tiempo, el cerebro de los más pequeños se va adaptando a esta deficiencia y es más difícil identificarla. La prevención se convierte entonces es un elemento clave para detectar problemas visuales de forma precoz y evitar complicaciones en un futuro.

¿Qué señales hay que tener en cuenta al observar al niño?

  • Le duele la cabeza después de leer.
  • Tropieza con facilidad.
  • Se frota los ojos con frecuencia.
  • Suele sentarse cerca del televisor o se acerca mucho al libro.
  • Se salta líneas de texto cuando ya sabe leer.
  • Tiene mala alineación de los ojos.
  • Entrecierra los ojos.
  • Enrojecimiento de los ojos o lagrimeo.
  • Pestañea con más frecuencia de la habitual.
  • Inclina la cabeza hacia un lado.

Independientemente de que el niño presente alguna de estas señales, es recomendable realizar revisiones periódicas al menos una vez al año, para asegurarse de que su salud visual es buena e identificar posibles problemas que, tratados a tiempo, no revisten mayor gravedad.

La mejor época del año para las revisiones de los benjamines de la casa, es una vez finalizadas las vacaciones de verano, de cara al inicio del nuevo curso escolar. No olvides pedir cita con antelación.

Cómo afecta el frío a los ojos

Cómo afecta el frío a los ojos.

Cómo afecta el frío a los ojos.

Los ojos son órganos muy sensibles al frío, que además están constantemente expuestos a agentes externos. 

Con la llegada del frío, procuramos protegernos de las gélidas temperaturas para evitar enfermarnos. Los ojos deberían gozar de la misma atención que el resto de cuerpo, sin embargo no siempre se la dedicamos.

¿Cuál es el sistema de protección que utilizan nuestros ojos?

Tienen su propio sistema de protección a través de lágrimas, párpados y pestañas. Aún así, es importante cuidarlos y protegerlos, manteniendo buenos hábitos que deberían adaptarse al clima y el ambiente en el que nos encontremos en cada momento.

Cuando llega el invierno, los ojos sufren especialmente. Las bajas temperaturas tienden a resecar la membrana mucosa que cubre el globo ocular y la córnea, que puede provocar una sensación de sequedad. El ojo seco es una de las afecciones más comunes en invierno.

Otro factor a tener en cuenta es la protección frente al sol. En invierno el sol está más bajo, por lo que los rayos solares pueden incidir de una forma más intensa. Es recomendable utilizar unas gafas de sol adecuadas que ofrezcan protección, especialmente si se practican actividades de montaña y otros deportes de nieve.

Recomendaciones.

  1. No abusar de la calefacción. El ambiente está más seco y los ojos no pueden lubricarse lo suficiente de forma natural.
  2. Utilizar humidificadores, ya que generan un ambiente más húmedo y apropiado para nuestros ojos.
  3. Utilizar lágrimas artificiales para hidratar los ojos.
  4. No olvidar las gafas de sol, que además de protección frente a la radiación ultravioleta, serán nuestras aliadas en días de viento.
  5. Cuidar la alimentación. Introducir en la dieta alimentos ricos en omega 3 y ácidos grasos.
  6. Pestañear de forma regular para incentivar la producción de lágrimas.

Estas recomendaciones contribuirán a que nuestros ojos estén en las mejores condiciones para disfrutar de la familia, amigos y unos merecidos días de descanso.

¿Puedo viajar en avión si tengo problemas visuales?

Cuando viajamos en avión, es recomendable consultar con el oftalmólogo ante ciertas patologías visuales o si nos hemos sometido a una cirugía ocular recientemente. El especialista podrá valorar si este medio de transporte es el más adecuado.

Los desplazamientos en avión cada vez son más frecuentes. Ya sea por razones de ocio o de trabajo, es un medio de transporte utilizado principalmente por su comodidad y rapidez. Cuando organizamos un viaje nos ocupamos de la documentación y el equipaje, o de conocer bien las características del destino, principalmente si viajamos al extranjero. Pero solemos pasar por alto cuestiones indispensables como la salud, cuando no se padece una patología grave o limitante.

En lo referente a la salud ocular, hay algunas circunstancias que pueden intervenir a la hora volar. Tenerlas en cuenta nos ayudará a prevenir posibles complicaciones y disfrutar del viaje sin preocupaciones.

Recomendaciones

Después de una cirugía de cataratas o de glaucoma, se puede utilizar el avión, siempre que sigamos las recomendaciones del oftalmólogo.

Si la cirugía es para reparar la retina o un transplante de córnea, dependiendo de la técnica utilizada, debemos extremar las precauciones porque puede resultar peligroso volar, salvo indicación contraria del oftalmólogo.

Es seguro viajar después de una cirugía que se practique en la parte exterior del ojo o en el párpado, pero igualmente bajo recomendación y revisión médica.

No hay contraindicaciones para volar si se tienen las pupilas dilatadas después de un examen oftalmológico, teniendo la precaución de utilizar gafas de sol, minimizando así la fotosensibilidad.

La queratitis tampoco dificulta el viajar en avión. Pero el aire seco de la cabina puede empeorar los síntomas. Es recomendable mantener la humectación del ojo utilizando lágrima artificial.

Si durante el viaje se presenta visión borrosa, dolor intenso, aparición de flashes o cualquier otra circunstancia repentina, es importante buscar atención médica de urgencia al llegar a destino y no esperar hasta volver a casa.

Cirugía refractiva. Qué es y cuáles son sus beneficios.

Vista Sánchez Trancón.
Vista Sánchez Trancón.

En la actualidad, siete de cada diez españoles tienen problemas de visión. Cada vez más personas optan por la cirugía refractiva para librarse de las gafas.

Más allá de una cuestión estética o un factor de comodidad, estos problemas visuales pueden dificultar el buen desarrollo de actividades cotidianas.

Los defectos refractivos o ametropía, son alteraciones visuales que impiden que la imagen se enfoque correctamente sobre la retina, provocando que la visión sea borrosa. Los principales defectos refractivos son la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo. Para corregirlos, lo más habitual es la utilización de gafas graduadas o lentillas. Pero cada vez más personas buscan darles solución a través de la cirugía refractiva.

¿Qué es la cirugía refractiva?

Cuando hablamos de cirugía refractiva, nos referimos a un conjunto de procedimientos quirúrgicos que tienen como finalidad la disminución o eliminación de los problemas de refracción del paciente, recuperando una correcta visión sin la necesidad de utilizar gafas o lentillas.

¿En qué consiste la intervención?

En función de las necesidades particulares del paciente, existen dos formas diferentes:

  • Técnicas de láser. Se modifica la forma de la córnea, eliminando capas de forma selectiva para eliminar los defectos de refracción. Recomendable para pacientes con menos de seis dioptrías. La intervención es indolora y ambulatoria y tiene una duración de solo unos minutos.
  • Lente intraocular. Para pacientes con más de seis dioptrías. Las lentes fáquicas se implantan entre la córnea y el cristalino, están recomendadas para pacientes jóvenes menores de 40/45 años. En cambio, la lente pseudofáquica sustituye al cristalino, recomendadas para pacientes que ya presentan presbicia o cataratas.

En Vista Sánchez Trancón realizamos un estudio completo personalizado de forma gratuita, para conocer que técnica es la que más se ajusta a las necesidades visuales de cada paciente y si se es o no candidato a la intervención.