Hábitos que dañan la vista

La vista es uno de los sentidos más importantes del ser humano, pero si observamos nuestros hábitos diarios, la conclusión es que no siempre le damos la importancia que tiene.

Es frecuente que al final del día podamos tener sensación de irritación o quemazón en los ojos, que estén enrojecidos y llorosos. Sin embargo, generalmente no tenemos la percepción de haber forzado la vista.

Muchas de las actividades que realizamos de forma cotidiana, pueden comprometer la salud de nuestros ojos sin que seamos conscientes de ello. Es recomendable identificar estos hábitos no saludables y reemplazarlos por otros que nos permitan tener una buena salud visual.

Hábitos poco saludables para tus ojos

  1. Fumar. El humo del tabaco contiene partículas nocivas que resecan e irritan nuestros ojos. Estas partículas favorecen que la lágrima se evapore y la falta de humedad en el ojo puede suponer un problema, ya que la lágrima es la encargada de lubricar, humidificar y nutrir la superficie del ojo.
  2. No revisar la vista con frecuencia. Es habitual visitar al oftalmólogo cuando notamos que algo en nuestra visión falla, sin embargo, lo recomendable es hacer una revisión anual completa para prevenir cualquier complicación futura.
  3. Pasar demasiado tiempo delante de pantallas. El uso excesivo de dispositivos móviles, nos obliga a utilizar la visión cercana durante más tiempo del recomendado y, generalmente, sin las mejores condiciones lumínicas. Esto contribuye a la aparición de fatiga visual, irritación ocular y puede incrementar la probabilidad de desarrollar o intensificar ciertos defectos de refracción.
  4. Frotarse los ojos. Al frotar en exceso los ojos, se ejerce una presión sobre la córnea que facilita que se deforme progresivamente. Además, este gesto puede producir daño en el nervio óptico e infecciones.
  5. No cuidar nuestros hábitos alimenticios. Comer alimentos que aumenten nuestro colesterol o que tengan un alto contenido en azúcares, puede comprometer seriamente el estado de nuestra salud ocular.

Para cualquier duda, consulta con nosotros en este enlace. En Vista Sánchez Trancón estaremos encantados de atenderte.

Cuida tus ojos en verano

El cuidado de la vista es imprescindible durante todo el año, pero es en verano cuando debemos ser más constantes y disfrutar así de una buena salud visual.

El sentido de la vista es el más desarrollado de los cinco que tenemos, nos permite conectarnos con el exterior y realizar un gran número de actividades. La prevención y cuidados son elementos esenciales para garantizar el buen estado de nuestros ojos, mucho más en verano cuando la exposición a agentes externos que puedan dañarlos es mayor.

7 recomendaciones para cuidar tus ojos en verano

  1. No salgas sin tus gafas de sol. La exposición a la luz solar brillante puede dañar los tejidos de la superficie del ojo, la córnea y el cristalino. Tan necesario es aplicarse el protector solar para la piel como utilizar gafas de sol.
  2. Protege tus ojos del agua. El agua de ríos, playas, pantanos y piscinas puede contener gérmenes e impurezas, además, los productos químicos utilizados para desinfectar el agua de las piscinas, pueden causar irritación o infecciones. Procura utilizar gafas de natación y si no es posible, al menos no abras los ojos bajo el agua.
  3. Hidrátate. Bebe el agua suficiente para mantener la hidratación que tu organismo necesita. Beber agua de forma frecuente, nos ayudará a evitar la sequedad ocular.
  4. Evita mirar directamente al sol. No importa si llevas las gafas de sol puestas, mirar directamente al sol es perjudicial para tus ojos.
  5. Parpadea con frecuencia. El aire acondicionado y el calor seco de algunas zonas pueden aumentar la sequedad ocular.
  6. Pasa más tiempo al aire libre. Pasear, descansar o realizar actividades al aire libre ayuda a desarrollar habilidades visuales y a potenciar la agudeza visual lejana.
  7. Cuida la alimentación. Mantener una alimentación sana y equilibrada, rica en vitaminas y minerales, como las frutas y las verduras, es indispensable para no excedernos con las grasas y azúcares en el período vacacional.

Curiosidades sobre la vista

Los ojos son uno de los órganos más importantes del cuerpo, además de grandes desconocidos que despiertan muchas curiosidades.

La vista es el sentido más desarrollado, el 80% de la información que nuestro cerebro recibe es visual. Si establecemos una jeraquía de los sentidos, el sentido de la vista es, sin duda, el primero. También desde la perspectiva de la antropología, donde numerosos estudios afirman que los verbos referentes a la vista predominan de forma mayoritaria en las culturas.

¿Qué sabemos de nuestra vista?

  1. Todas las personas con ojos azules proceden de un ancestro común que vivió entre 6.000 y 10.000 años atrás, en el período Neolítico.
  2. La duración del parpadeo medio es de 0,4 segundos e invertimos unos 50 minutos diarios en parpadear.
  3. El daltonismo es un trastorno hereditario que provoca dificultad para distinguir algunos colores y afecta con más frecuencia a los hombres que a las mujeres. 
  4. Muchas obras de arte se ha visto influenciadas por enfermedades visuales que padecían pintores reconocidos, como cataratas, estrabismo, degeneración macular o daltonismo.
  5. Los ojos del avestruz son más grandes que su cerebro.
  6. Muchas personas solo pueden ver en blanco y negro. Una patología genética conocida como acromatopsia que afecta a una de cada 30.000 personas en el mundo.
  7. De todos los músculos del cuerpo humano, los que controlan los ojos son los más activos.
  8. El iris tiene 256 características únicas, por eso se utiliza con frecuencia en el escaneo de seguridad y reconocimiento.
  9. La vida media de las pestañas es de 5 meses.
  10. Solo un 4 por ciento de la población mundial tienen los ojos de color verde.
  11. El ojo humano es capaz de distinguir hasta 10 millones de colores, pero es el cerebro el se encarga de procesarlos.
  12. Los búhos tienen tienen los ojos 2,2 veces más grandes que la mayoría de las aves. En la oscuridad ven 10 veces mejor que el hombre.

Clínica Vista Sánchez Trancón.

Recomendaciones para un buen uso de lentillas

Recomendaciones uso de lentillas

Seguir unos hábitos y pautas en el uso de lentillas es imprescindible para proteger nuestros ojos y evitar complicaciones.

Cada vez son más los usuarios con defectos de refracción que optan por lentillas, por los numerosos beneficios que ofrecen. Aportan comodidad, amplitud de visión, no se empañan y permiten realizar actividades deportivas que se complican con la utilización de gafas. Además, el factor estético tiene mucho peso a la hora de decantarse por lentes de contacto o gafas.

Pero también tienen desventajas, principalmente relacionadas con los hábitos que hay que adquirir, sobre todo en cuestión de higiene, para evitar que un uso inadecuado pueda perjudicar nuestra salud ocular.

¿Qué debes tener en cuenta al usar lentillas?

Higiene. La higiene es imprescindible, tanto a la hora de manipularlas como en el uso. Hay que lavar las manos con detenimiento y secarlas con papel o toallas que no dejen pelusas antes de manipular las lentes de contacto.

No dormir nunca con ellas, salvo aquellas lentes de contacto diseñadas específicamente para corregir defectos de refracción mientras dormimos.

No excederse en las horas de uso. Usar las lentillas más tiempo del indicado, puede provocar infecciones o lesiones en tus ojos.

Si utilizas maquillaje, hay que ponérselas antes de empezar a maquillarse y al llegar a casa retirarlas primero y desmaquillarse después, evitando así que residuos o partículas queden depositadas entre las lentillas y los ojos.

No bañarse ni ducharse con ellas puestas. En el agua hay un gran número de bacterias que pueden destruir el tejido corneal a gran velocidad.

Hidrata tus ojos. Bebe mucha agua, parpadea con frecuencia y utiliza gotas humectantes si lo necesitas.

Realiza descanso periódicos, especialmente si trabajas mucho tiempo delante de pantallas. En este caso la regla 20-20-20 es una buen opción: calcular 20 minutos delante de una pantalla y entonces enfocar algo que se encuentre a 20 pies (aproximadamente 6 metros) durante 20 segundos.

Y no olvides revisar tu vista una vez al año.

Hipertensión arterial y visión ¿Qué debes saber?

Doctor checking blood pressure of the patient

La hipertensión arterial puede afectar a muchos órganos del cuerpo, como los ojos. De hecho, hasta un 11 % de los hipertensos presentan problemas oculares.

La hipertensión arterial (HTA), también conocida como tensión arterial alta o elevada, es una enfermedad crónica que se caracteriza por un incremento continuo de las cifras de la presión sanguínea en las arterias.

Cuando el corazón late, bombea sangre a los vasos, encargados de llevar la sangre a todas las partes del cuerpo. La tensión arterial es la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos (arterias) al ser bombeada por el corazón. Mientras más alta es la tensión, el esfuerzo que tiene que realizar el corazón para bombear es mayor.

La hipertensión arterial es una de las enfermedades con mayor incidencia en España. Según la Sociedad Española de Cardiología, un un 43% de la población padece esta enfermedad y más de un tercio de los pacientes están sin diagnosticar. La mayoría de las personas que padecen hipertensión se sienten sanas y sin síntomas, por eso es conocida como “la enfermedad silenciosa”.

¿Cómo afecta a la vista?

La retinopatía hipertensiva, o daños en los vasos sanguíneos que transportan la sangre a la retina, es una de las complicaciones más habituales. Cuanto más alta sea la presión arterial y más tiempo se mantengan los síntomas, mayor probabilidad de padecer una retinopatía hipertensiva grave. Este trastorno puede causar sangrados en el ojo, visión borrosa o incluso una ceguera completa. Puede apreciarse en el examen del fondo de ojo, que permite visualizar directamente la retina y sus vasos a través de la pupila.

¿Qué otros daños provoca al ojo la hipertensión?

La hipertensión arterial también puede provocar la acumulación de líquido bajo la retina, posibles daños en los nervios de los ojos, bloqueo del riego sanguíneo en las arterias que conducen a la retina, o un bloqueo de las venas encargadas de llevarse la sangre que sale de la retina.

Aunque es una enfermedad difícil de prever, estos síntomas pueden alertarnos de que algo no está bien: dolores de cabezas persistentes, visión doble, pérdida de visión o visión débil.

Una revisión oftalmológica periódica nos ayudará a mantener en buen estado nuestra salud ocular.

¿Cómo afecta la fibromialgia a los ojos?

Fibromialgia y salud ocular

La fibromialgia es una enfermedad reumática a la que se asocian múltiples síntomas, como el dolor corporal generalizado, fatiga o problemas del sueño, pero también la salud visual se ve afectada.

El síndrome de fibromialgia es el segundo trastorno reumático más frecuente en los países industrializados. Fue reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), en 1992 con los criterios del Colegio Americano de Reumatología que la definía como: un dolor crónico y generalizado de más de 3 meses de evolución y el hallazgo positivo de 11 de los 18 posibles puntos dolorosos a la palpación.

Se puede decir que la fibromialgia consiste en una anomalía en la percepción del dolor, ya que se perciben como dolorosos, estímulos que habitualmente no lo son.

Solo en España padecen esta enfermedad 1.600.000 personas, de las cuales el 90% son mujeres de entre 40 y 50 años, aunque es una enfermedad que también afecta a los hombres.

Los pacientes que padecen esta enfermedad, desarrollan otras enfermedades asociadas, que pueden ir desde problemas digestivos y urinarios, ansiedad y depresión o producir un deterioro de la salud visual.

¿Cómo afecta a la salud visual?

Aproximadamente un 50% de las personas que padecen fibromialgia presentas problemas oculares asociados a la enfermedad. Estos son los más frecuentes:

  1. Ojo seco. La película lagrimal que nutre y protege el ojo se ve alterada, por lo tanto, empeora la calidad y estabilidad de la lágrima, provocando que el ojo no tenga una lubricación adecuada.
  2. Sensibilidad a la luz. La fibromialgia puede producir fotofobia, es decir, sensibilidad a la luz.
  3. Dolor en lo ojos. La fibromialgia se caracteriza por un dolor muscular generalizado, por lo que también puede afectar a los músculos oculares. El dolor puede llegar a ser intenso y punzante, y se puede ver incrementado por la fatiga, falta de sueño, ansiedad y estrés.
  4. Visión doble, borrosa o cambiante. Muchos pacientes con fibromialgia suelen tener problemas con la visión y la agudeza visual; problemas para enfocar o cambiar de enfoque, que suelen agravarse cuando el ambiente es seco o hay humo alrededor.

La mejor prevención, sin duda, es realizar revisiones oftalmológicas periódicas para diagnosticar a tiempo cualquier problema de salud ocular.

Problemas visuales asociados a la edad

La edad tiene un peso importante en nuestra salud visual. El organismo se va deteriorando y con ello, nuestros sentidos van perdiendo su eficacia de forma progresiva.

La vista es uno de los sentidos a los que más afecta la edad. El envejecimiento trae asociado una pérdida de agudeza visual, sensibilidad a la luz, ojo seco o pérdida de capacidad para enfocar. Además, existen diversas enfermedades y patologías asociadas a la edad.

Enfermedades visuales asociadas a la edad más frecuentes.

Cataratas. La catarata es la pérdida de transparencia del cristalino, es decir, la lente que está detrás de la pupila y que nos sirve para enfocar nítidamente los objetos, se vuelve opaca o poco transparente. Aunque puede darse también en jóvenes, son las personas mayores las que mayoritariamente se ven afectadas por este problema 

Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). La DMAE es un trastorno visual asociado con la edad, que destruye lentamente la visión central. Es la primera causa de pérdida visual irreversible en el mundo occidental.

Glaucoma. El glaucoma es una enfermedad que tiene como resultado la degeneración de los tejidos sensibles del ojo, fibras nerviosas de la retina y especialmente el nervio óptico, que es el encargado de transmitir las imágenes visuales al cerebro. No es un problema exclusivo de la tercera edad, pero sí se da más en este grupo de población. 

Presbicia. La presbicia es una de las grades evidencias de que la vista cambia a partir de los 40. No es una enfermedad, es un error refractivo que se produce por el endurecimiento del cristalino. Con el paso del tiempo va perdiendo elasticidad y la capacidad de enfocar objetos cercanos disminuye.

Para evitar o minimizar en la medida de lo posible los efectos de la edad sobre la vista, es indispensable desarrollar hábitos que nos ayuden a tener una vista sana. Una alimentación equilibrada, actividad física moderada y evitar hábitos tóxicos contribuirán a una mejor salud ocular. Y, por supuesto, teniendo en cuenta que la prevención es un factor indispensable en cualquier patología ocular, hay que realizar revisiones oftalmológicas anuales a partir de los 45.

¿Cómo afecta el párkinson a los ojos?

El párkinson es una enfermedad neurodegenerativa crónica que afecta al sistema nervioso central. ¿Puede tener alguna incidencia sobre la vista?

El párkinson es una enfermedad progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento. La causa de la afección neurodegenerativa es la pérdida de neuronas en varias estructuras cerebrales, lo que origina temblores, rigidez o poca flexibilidad, además de problemas del coordinación y equilibrio.

Los síntomas comienzan de forma lenta, generalmente en un lado del cuerpo, aunque posteriormente termina afectando a ambas partes. A medida que la enfermedad va avanzando y los síntomas empeoran, muchas personas que padecen la enfermedad pueden presentar dificultades para caminar o realizar actividades cotidianas y sencillas. En muchos casos, también pueden padecer de trastornos del sueño, problemas como depresión o dificultades para masticar, tragar o hablar.

La enfermedad de Parkinson suele comenzar alrededor de los 60 años, aunque también puede aparecer antes. Además, es mucho más común entre los hombres que entre las mujeres.

¿Cómo afecta la enfermedad de Parkinson a los ojos?

Estos son algunos de los síntomas visuales y efectos del párkinson sobre la visión:

  • Pérdida de agudeza visual.
  • Espasmos involuntarios.
  • Visión doble.
  • Visión borrosa y dificultad para enfocar.
  • Disminución o aumento de la frecuencia de parpadeo.
  • Cambios en la motilidad ocular.
  • Alteración del contraste y color.
  • Alucinaciones visuales.
  • Alteraciones viso-espaciales y viso-perceptivas.
  • Ojo seco.

Estos posibles problemas oculares pueden no tener su origen en la propia enfermedad. En algunos casos son consecuencia de los medicamentos para el párkinson. Por lo tanto, corresponde al facultativo revisar la dosis, del mismo modo que sustituir el fármaco por otro que se ajuste mejor a las necesidades del paciente.

La revisión oftalmológica periódica en personas con párkinson es crucial. El objetivo será diagnosticar de forma precoz complicaciones visuales y proponer el tratamiento más adecuado según las necesidades del paciente.

La importancia de una buena salud ocular

Salud Visual

La vista es el sentido más desarrollado. El 80% de la información que nuestro cerebro recibe es visual.

Mantener una buena salud ocular es fundamental en todos los aspectos y actividades de nuestra vida. Los ojos son la base del sentido de la vista y uno de los órganos más complejos y delicados de nuestro cuerpo. A través de ellos mostramos nuestras emociones, sentimientos más sinceros y además, tienen el poder de aportar confianza, convencer, disimular y hasta de seducir.

Estudios recientes demuestran que el 80% de los casos de ceguera que existen en la actualidad, se podrían haber prevenido o tratado para evitar la pérdida total de la visión. Por esta razón realizar una revisión oftalmológica al año ayudará a prevenir posibles complicaciones en un futuro. Pero también los buenos hábitos son aliados de nuestra salud visual.

8 consejos para cuidar la vista.

  1. Dieta sana y equilibrada. Las vitaminas A, C y Eminerales como el zinc y el selenio o los ácidos Omega 3, son beneficiosos para la retina y para prevenir el envejecimiento de las estructuras oculares.
  2. Utiliza gafas de sol todo el año. Los efectos nocivos del sol están igualmente presentes en invierno.
  3. No te frotes los ojos. Un gesto frecuente que puede ocasionar infecciones y daños en la córnea y el nervio óptico.
  4. Hidrata tus ojos. Beber agua de forma frecuente, parpadear regularmente y utilizar gotas humectantes, nos ayudará a evitar la sequedad ocular.
  5. Cuida la iluminación. Al realizar un esfuerzo visual a corta distancia, como leer o trabajar con el ordenador, la iluminación es un factor clave para evitar la fatiga visual.
  6. Pasa más tiempo al aire libre. Pasear, descansar o realizar actividades al aire libre ayuda a desarrollar habilidades visuales y a potenciar la agudeza visual lejana.
  7. No te excedas en el uso de lentillas. Su uso excesivo puede llevar algunos riesgos asociados como intolerancia, infecciones o úlceras superficiales.
  8. Duerme ocho horas. En muchos casos, la fatiga visual está relacionada con la falta de sueño. Descansar la vista correctamente nos ayudará a reducirla y a mantener los ojos hidratados.

Cada vez más niños utilizan lentillas: beneficios y consejos

Las lentillas son una buena alternativa para muchos personas que ven limitadas sus actividades diarias por el uso de gafas. También para los más pequeños.

Las lentillas ofrecen comodidad, calidad de visión, libertad de movimiento y mejoran el aspecto, un factor asociado al aumento de la autoestima y la confianza. Además, en el caso de los niños, son un excelente método de corrección y, dependiendo del defecto refractivo, pueden frenar o ralentizar el crecimiento del mismo.

No hay una edad mínima para el uso de lentes de contacto, depende de las características del ojo y de la situación concreta del paciente. Lo más importante es entender si el niño tiene la madurez y capacidad suficientes para hacerse responsable de un uso correcto, con las medidas de higiene y recomendación que ofrecerá el especialista en todo momento.

¿Qué beneficios aportan a los niños?

  • Mejoran el campo visual.
  • Aportan una buena calidad en la visión.
  • Comodidad en el día a día, sobre todo en la práctica de actividad física.
  • Aumenta la responsabilidad en los niños.
  • Las lentes de ortoqueratología se utilizan para ralentizar o parar el aumento de la miopía.
  • Aumento de la seguridad en uno mismo.

Consejos para una buena utilización.

Es imprescindible una correcta manipulación de las lentes de contacto para evitar posibles infecciones o daños en los ojos. Establecer sencillos hábitos y rutinas es, sin duda, la mejor forma: Lavarse y secarse las manos antes de manipular las lentillas; mantener una correcta higiene, limpiar, desinfectar y guardarlas según las indicaciones; no bañarse ni ducharse con las lentillas puestas, evitando así posibles infecciones por amebas que se encuentran en el agua; mantener el ojo hidratado; no exceder en las horas de uso recomendadas; y no dormir con ellas puestas, salvo en aquellas lentes de contacto específicamente indicadas para ello.

La valoración de si el niño es candidato o no para ser usuario de lentillas, así como el proceso de adaptación de las mismas, se ha de realizar bajo la supervisión del especialista.